No te enamores nunca de un chico de ojos verdes. O mejor, no te enamores nunca. De nadie. Da igual que su rostro parezca esculpido por ángeles o que tenga una sonrisa capaz de iluminar el mundo. Y un problema menos. Créeme, es un buen consejo. Lástima que para mí ya sea demasiado tarde.
viernes, 19 de noviembre de 2010
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Omm!
ResponderEliminarPor fin vuelves! :D
Gracias por pasarte! :)
Pues yo me enamoré de un tío de ojos verdes...
Fue horrible!
Un beso!
Yo me he enamorado ya de uno de ojos azules...
ResponderEliminarhttp://terronesdesal.blogspot.com